La esperanza para los pacientes con cáncer de pulmón se llama inmunoterapia, un tipo de tratamiento que ya se aplica desde hace unos años, pero que se utiliza cada vez más debido a los buenos resultados obtenidos relacionados con sobrevida y tiempo de remisión de la enfermedad (atenuación de los signos y síntomas). Básicamente este tratamiento consiste en la estimulación de las defensas del cuerpo que utiliza sustancias producidas por el propio organismo o bien en los laboratorios, con la finalidad de mejorar el sistema inmunológico y destruir así las células cancerígenas.

Este tipo de abordaje, también conocido como terapia biológica, generalmente se aplica a quienes tienen cáncer de pulmón avanzado. Hay que destacar que en algunos casos ayuda a detener o ralentizar el desarrollo de las células cancerosas, y en otros casos impide que la enfermedad se disemine a otras partes del cuerpo.

Hasta no hace mucho tiempo, las opciones más comunes para tratar esta patología eran la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. Sin embargo, en los diagnósticos donde aparece en una etapa avanzada, estos tratamientos tradicionales no han dado buenos resultados en cuanto a la cura de la enfermedad, aunque sí se pudo observar el aumento de la sobrevida.

Con este panorama, la inmunoterapia, aprobada ya por los organismos internacionales más importante de salud, se considera una opción terapéutica alentadora ya que buena parte de los pacientes en estados avanzados de la enfermedad, presentaron remisiones duraderas (desaparición o atenuación de la enfermedad) y tasas de supervivencia altas.

Como un dato alentador, en los últimos años se han visto grandes avances en la investigación de la inmunoterapia y su aplicación en diferentes tipos de tumores. Así, se ha comprobado que da buenos resultados en los que se encuentran en la zona colorrectal, en el hígado, en cabeza y cuello, en riñón y en mama, entre otros.

¿De qué se trata la inmunoterapia?

La manera en que se administra el tratamiento es en forma de droga, lo que implica la extracción y modificación de células del sistema inmune que luego son inyectadas al organismo.

Así, los fármacos utilizados generan una reacción del sistema inmunológico contra los tumores. Estas drogas ingresan por vía intravenosa durante varias sesiones y que por lo general abarcan entre dos y tres semanas.

Los efectos secundarios de la inmunoterapia

Como la mayoría de las terapias destinadas a enfermedades tan agresivas como el cáncer, el tratamiento que estimula las defensas del cuerpo, en algunos casos puede presentar efectos secundarios o no deseados como cansancio, diarrea o picazón. A la lista se suman las reacciones cutáneas muy parecidas a una reacción alérgica o inflamación intestinal, estreñimiento, tos y dolores articulares, entre otros.

Si estas reacciones adversas se comparan con las que provoca, por ejemplo, una quimioterapia, son muchos más tolerantes y menos desagradables. Hay que recordar que el tradicional método, también conocido como quimio, suele ser muy agresivo, el paciente la pasa muy mal, ya que además de la pérdida de cabello, náuseas y vómitos provoca una reducción importante de glóbulos blancos y rojos.

Formas combinadas de inmunoterapia

Con la intensión de buscar un mejor resultado en el tratamiento, la inmunoterapia se aplica sola o, según los casos, va acompañada con sesiones de quimioterapias y radioterapia. Los estudios que se hicieron para evaluar esta alternativa, demostraron que utilizar la asociación es mucho más efectiva que los procedimientos aplicados en forma separada.
Los expertos en la búsqueda de una solución terapéutica oncológica, se animan a arriesgar que con la inmunoterapia se puede alcanzar un control permanente de la enfermedad. El gran objetivo apunta a que el cáncer de pulmón no sea el número uno en mortalidad.

Más allá de los buenos resultados, lo que siempre se aconseja es tener un enfoque interdisciplinario y entender que una sola especialidad no cubre todo el procedimiento, sino que se debe trabajar con un paciente de forma simultánea y permanente con los especialistas involucrados en el tema. Es decir que la comunicación entre oncólogos, inmunólogos, patólogos y el laboratorio es fundamental para llegar a un buen puerto.

Siempre lo mejor prevenir, ¿como prevenir el cancer de pulmón?

Al igual que con muchos otros tipos de cáncer, lo fundamental para sobrevivir al cáncer de pulmón es detectarlo a tiempo, ya que es más tratable y con mejor pronóstico. Las estadísticas indican que quienes consultan y realizan sus estudios de diagnóstico en una etapa inicial de la enfermedad, tienen entre 80% y 90% de posibilidades de curarse.

En este sentido las estrategias de buena parte de la comunidad médica orientada a la oncología, hablan de una especie de medicina integral “a la carta”, es decir adecuada a las necesidades y características propias del paciente. No se descarta que, en el futuro mediato, se utilicen una especie de test o pruebas que indiquen o den la pauta de cuáles son los pacientes más aptos para cada tratamiento

 

Fuentes: Infosalus, Europa Press, Instituto de Oncología, Cáncer.org. Cáncer Research Institute, Centro Cochrane Iberoamericano, España; Cáncer.net